¿Cuándo acudir a un psicólogo?

¿Cuándo acudir a un psicólogo?

Hemos normalizado el ir al médico ante un dolor o malestar físico: ¡¡¡Muy bien!!!, el dolor es siempre un buen indicador de que algo no marcha bien, nuestro cuerpo nos avisa mediante este sistema como una alarma. Pero no solo el dolor o molestia de tipo físico, también el dolor emocional o malestar psicológico es un indicador para actuar.

Pero… ¿por qué ante un dolor emocional o malestar psicológico la mayoría de las personas no actúan, simplemente esperan a que pase por sí solo? ¿Creemos que el dolor físico es más grave o urgente que el emocional? Es importante saber que éste es igualmente un sistema de alarma que nos avisa para que actuemos, ya que algo no marcha bien.

Igual que acudimos al médico con normalidad deberíamos acudir al psicólogo, por desgracia en España la psicología en la sanidad pública no es igualmente accesible, ésta puede ser una de las causas de retrasar una consulta y que genera la imagen de no-necesario, ya que es un bien o gasto considerado extra o casi de lujo. Sin embargo, se ha comprobado que abordar sintomatología psicológica a tiempo evita tratamientos físicos en el futuro.

Se ha constatado que el dolor emocional se acaba reflejando a nivel físico y a la inversa, por ello ambos son indicadores igualmente importantes que nos deben movilizar para pedir ayuda. Por ejemplo, la ansiedad acaba desencadenando en muchos casos migraña, trastornos digestivos e insomnio. De manera paralela, el insomnio puede desencadenar trastornos de ansiedad, depresión, adicción a sustancias... Ambos factores, los psicológicos y los físicos, se acaban solapando y dejan de ser perceptibles cuáles fueron sus inicios. Por lo que a menudo, un factor de carácter psicológico en su origen, que pudo abordarse con terapia breve si se hubiera intervenido a tiempo, acaba siendo diagnosticado como físico y por tanto medicado con lo que ello supone a medio y largo plazo.

A continuación, describo ejemplos de indicadores para acudir a un psicólogo:

  • Síntomas de ansiedad: una intervención temprana de los primeros síntomas es muy importante. El psicólogo te ayudará a aprender a manejarlos de forma efectiva y rápida. Se evitará que anticipes y generalices a más situaciones y que se puedan desarrollar crisis de ansiedad o pánico. Por desgracia a consulta psicológica ya acuden personas que han intentado manejar la ansiedad por su cuenta durante años por lo que traen estructuras de ansiedad muy sólidas, y patrones de actuación que han generalizado a muchos ámbitos de su vida. Con el tiempo la ansiedad o las crisis de pánico son muy frecuentes e intensas y por ello, más difíciles de abordar. Las estructuras de pensamiento o mecanismos erróneos de afrontación con el tiempo se hacen resistentes y cuesta mucho modificarlos. También suelen acudir ya con medicación pautada por su médico que en el caso de ansiolíticos y las benzodiacepinas son muy adictivos y difíciles de retirar.
  • Síntomas depresivos: ante sintomatología como llanto frecuente, escaso apetito o la inversa (incremento de apetito), falta de ilusión, ideas de muerte, insomnio o hipersomnia, exceso de culpa, es muy interesante acudir a un psicólogo. Existe la llamada Depresión Exógena que se produce por acontecimientos externos como la pérdida de un trabajo, la muerte de un familiar, la ruptura de pareja, etc., que responde muy bien a terapia. Con ello nos ahorraremos mucho sufrimiento y la toma de medicación psiquiátrica de antidepresivos y en muchos casos ansiolíticos.

Tanto la sintomatología ansiosa como la depresiva es frecuente que se empiece a observar en la adolescencia. Aunque es una etapa vital de grandes cambios y ciertos estados emocionales alterados son parte de una evolución normal, es muy importante que no dudemos en consultar con un psicólogo si los síntomas se pronuncian y afectan a la vida normal del chico/a. A menudo me encuentro en terapia que los pacientes sitúan el inicio de sus crisis de ansiedad o primeros síntomas depresivos en esta etapa, sin embargo, no es sino en la edad adulta cuando acuden y empiezan a trabajar en terapia psicológica ya un problema que, a lo largo de los años se ha incrementado, intensificado y generalizado, así como creado inmenso malestar y sufrimiento y delimitando su vida.

cuándo acudir a un psicólogo

Por todo ello: ¡no te lo pienses!, si sufres, acude a un psicólogo.

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